Abren instituciones y se comprueba estado calamitoso de estructuras

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La infraestructura de múltiples instituciones educativas de capital se encuentra en estado calamitoso. ABC Color visitó las escuelas asuncenas Blas Garay, Chaco Paraguayo y José de Antequera y Castro que necesitan de reparación urgente, según el informe técnico de estudiantes y docentes de la Facultad de Ingeniería de la UNA. Para ellas no se perfila ningún tipo de inversión.

Abandonadas a su suerte. Así están múltiples instituciones educativas de capital cuando faltan pocos días para el inicio de clases. Ninguna de ellas figura en la lista considerada en “alerta alta”, elaborada por el Ministerio de Educación.

En la escuela Blas Garay, sobre la avenida República Argentina, existe un serio problema de infestación de termitas que está deteriorando el maderamen de los pabellones. Lo más grave es que el pozo ciego está colapsado y no se perfila alguna solución.

“Técnicos de Infraestructura del MEC nos dijeron que ya no se puede construir otro pozo porque ya hay muchos y uno más podría provocar el derrumbe de un pabellón”, explicó la directora Marta Román.

En la zona donde reboza el pozo ciego está ubicada también la cantina, que había sido premiada como una de las mejores “cantinas saludables”. Ahora los niños deben soportar desagradables olores y pasar continuamente sobre restos de excremento y orines a la hora del recreo.

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Destrozos

La escuela y colegio Dr. José de Antequera y Castro, en Colón y Juan León Mallorquín, padece sin número de problemas de infraestructura. El edificio data del año 1908. Su vereda también está totalmente destruida por pesados camiones transportadores de cemento que anclaban sus sujetadores allí, contratados por un supermercado vecino al colegio.

“Enviamos varias notas al gerente del supermercado para que nos reparen la vereda que destruyeron, pero siempre se excusaron diciendo que no les corresponde la reparación y que la responsabilidad es de la constructora que contrataron”, dijo la directora, Lilian Recalde.

En la escuela Chaco Paraguayo, sobre Paso de Patria, el panorama es aún más desalentador. No tienen directora hace un año y en toda la estructura hay humedad, goteras, grietas, vidrios rotos. Una escalera está al borde del colapso con hierros sueltos que ya hirieron de gravedad a un estudiante.