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La declaración de una epidemia de dengue dispara las alertas ante la falta de limpieza de los patios baldíos y espacios públicos. Las 18.200 familias de damnificados repartidas por Asunción viven en medio de minivertederos que, de un tiempo a esta parte, se convirtieron en potenciales criaderos de mosquitos.
Al respecto, el director de Servicios Urbanos de la Municipalidad de Asunción, Rodrigo Velázquez, dijo que la recolección de basura en estos sitios se realiza en coordinación con la Dirección de Emergencias y Desastres de la Comuna. Sostuvo que la capacidad de producción de basura de los 112 refugios está en el orden de 300 toneladas por semana, una cifra bastante alta para los escasos 40 contenedores que tienen los damnificados a disposición para arrojar sus desechos.
La Comuna posee 300 minicontenedores de los cuales 120 están distribuidos en toda la ciudad. Consultado sobre los 180 restantes, Velázquez dijo que el resto no puede ser repartido atendiendo a que solo cuentan con seis vehículos con el sistema para levantar estos depósitos de basura.
Inimputables
La administración comunal dispuso controles en zonas donde los carreros acostumbran arrojar desperdicios que no son de los refugios. Para evitar multas, los informales optan por enviar a menores de edad para echar la basura, lo que deja a las autoridades con las manos atadas ya que no pueden procesar a un menor por el flagrante delito ambiental.