En cuanto a las cubiertas, Paraguay importó el año pasado 2.825 toneladas, cifra muy elevada, según los técnicos ambientales, teniendo en cuanta casi la nula cantidad de empresas que se dedican al reciclaje de este tipo de productos.
En cuanto a los plásticos, se informó que en 2018 se importaron 1.542 toneladas, cifra que también generó preocupación, ya que en gran parte estos van a parar a cauces hídricos o son enterrados.
El caso de las cubiertas es lo que más preocupa a la cartera, ya que está directamente relacionado a salud pública, pues los neumáticos inservibles quedan como criaderos de mosquitos o se queman, generando molestias respiratorias. El mayor problema se enfoca en las ciudades fronterizas con el Brasil, específicamente Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero y Salto del Guairá. Cientos de brasileños van al mes a estas ciudades para cambiar sus cubiertas, quedando las inservibles en Paraguay. Son justamente en los municipios de frontera donde más denuncias se reciben de vertederos de neumáticos. El Mades reportó incluso que hay casos de personas que se vieron afectados por el humo, porque los comerciantes, para evitar multas, proceden a quemar o enterrar las gomas.
La combustión de las llantas emanan gases que ingresan por las vías respiratorias y la piel de los que se encuentren en los alrededores. Estas sustancias atacan al sistema respiratorio, dando lugar a la aparición inmediata o progresiva de afecciones a la piel, ojos, insuficiencias cardiacas, enfermedades bronco-respiratorias, ahogos asma y hasta cáncer. Desprenden micropartículas de aceites no quemados que al ser inhaladas nunca volverán a ser expulsadas, comentaron los expertos.
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