Visitamos varias instituciones, públicas, privadas subvencionadas y privadas y en la mayoría las actividades se centran en justas deportivas, exhibiciones de danza, y en otras los padres simplemente ya no envían a sus hijos, porque saben que ya terminaron las evaluaciones.
“Dos o tres alumnos por aula aparecen, el resto ya no viene porque ya no hay nada que hacer. Vienen un rato, juegan a la pelota y después se retiran”, comentó una madre de la escuela Pitiantuta.
En otras instituciones, los exámenes ya culminaron entre el 5 y 18 de noviembre, y a modo de cerrar el año lectivo, según el calendario del MEC, se realiza la entrega de libretas el 30, mientras que todos los días de espera son destinados a pasatiempos.
Por otra parte, en las instituciones ubicadas en las zonas más vulnerables de nuestra capital la realidad es distinta. Los alumnos permanecen en las aulas y cumplen el horario completo para poder acceder a su ración de almuerzo escolar.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
La Escuela Fe y Alegría del Bañado Norte, Caacupemí, prepara su clausura para el 30 de noviembre y hasta ese día los alumnos recibirán el almuerzo escolar, comentó la directora de la institución, Selva Miranda.
“Las actividades académicas ya culminaron, ahora nos abocamos a realizar talleres de educación artística y tenemos programada una minga de limpieza en la capilla. Los chicos incluso pasan el horario establecido”, comentó Miranda.
Tanto la viceministra de Educación, María del Carmen Giménez, así como la directora de Educación Media, Zully Greco, señalaron que la fecha de cierre fue fijada por resolución, sin comentarios sobre cuál es el beneficio para el alumno que sigue yendo a la escuela y no desarrolla contenido académico alguno.
