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Unas 250 personas participaron de la misa que presidió el pastor arquidiocesano en la Catedral Metropolitana. Con este acto, la Iglesia recordó el nacimiento del Niño Dios en el pesebre de Belén. Antes de la eucaristía, pidió orar por todos los niños del Paraguay, que según indicó, deben ser amados, educados y protegidos para que puedan crecer sanos. También se oró por los jóvenes de las ciudades, del campo, por los indígenas para estudien, trabajen y sean útiles a la sociedad. Se recordó igualmente a aquellos jóvenes que han caído en la drogadicción, en el alcoholismo para que logren la ayuda y la cercanía de Jesús para superar sus males.
Valenzuela invitó igualmente a mantener viva la fe y recordó que eso se logra solo con la lectura de las Sagradas Escrituras.