Alrededor de 400 personas participaron ayer de la misa de Resurrección de Cristo en la Catedral Metropolitana, celebrada por el arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, que comenzó el oficio esparciendo agua bendita sobre los fieles.
En su homilía, el obispo volvió a hacer referencia a la crisis política que sufre el país a causa del proyecto de enmienda constitucional para impulsar la reelección presidencial. “Los problemas políticos, como nos pide el papa Francisco, los debemos solucionar sin cansarnos, evitando toda violencia. La gobernabilidad, el desarrollo sustentable, la distribución de la riqueza, el combate al narcotráfico y a la corrupción generalizada, son tan urgentes de afrontar para el bien de los jóvenes y sus familias, no polarizándonos en un solo tema que crea rechazo, disturbio, intranquilidad a mucha gente”, señaló Velenzuela en directa alusión al proyecto de reelección impulsado por legisladores que responden a los liderazgos de Horacio Cartes, presidente de la República, los senadores Fernando Lugo (FG) y Blas Llano (PLRA).
Durante su mensaje, el arzobispo pidió también respetar la Carta Magna y abogó para que las instituciones vuelvan a funcionar, lo que fue tomado como una crítica a los senadores pro enmienda que hace 5 sesiones no asisten a sus bancas, dejando sin quórum el cuerpo legislativo, quedando sin tratamiento varios proyectos. “Como Iglesia, Madre y Maestra, pedimos que se respete siempre la Constitución Nacional, que es el fruto del consenso ciudadano y que regula la justicia, como camino para la paz. Las instituciones de la República deben funcionar con toda normalidad, sin caer en ninguna tentación de cruzarse de brazos, de dejar pasar el tiempo, pues llevaría al país a la anarquía, con sus nefastas consecuencias. Cada cual deberá cumplir con su deber juramentado ante la Nación paraguaya”, destacó Valenzuela.
Reiteró además durante la homilía la solicitud de elevar oraciones por la paz. “Seguimos pidiendo oraciones por esa paz, que sea fruto de búsqueda del bien común, de la Patria en primer lugar, mediante todos los medios a nuestro alcance. Tiempo pascual, tiempo de esperanza y de compromiso por hacer triunfar la fe cristiana, que vence al mundo, mediante el propio testimonio”, manifestó.
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Monseñor explicó que la Pascua debe ser una vida nueva para el país, para las familias, para los jóvenes, cuya presencia en templos y actividades de Semana Santa fue protagónica.