La beatificación de la venerable María Felicia de Jesús Sacramentado, conocida como Chiquitunga, marca un antes y un después para la Iglesia Católica en el Paraguay y para las hermanas carmelitas. “Hay una alegría generalizada, recibimos saludos y felicitaciones a nivel mundial. Una de nosotras llega a los altares y es histórico”, dijo emocionada la madre superiora, María Raquel del Espíritu Santo.
Comentó que ellas se encargarán mañana de llevar la reliquia del cerebro de la religiosa hasta el estadio de Cerro Porteño, sitio donde se realizará la misa de beatificación de Chiquitunga, desde las 16:30 con una multitudinaria concurrencia de fieles. “La última vez que salimos del convento fue cuando el Papa visitó el Paraguay y ahora por la beatificación de nuestra hermana. Nos van a acompañar a la misa las Hermanas Carmelitas de América Latina, quienes están arribando al país para este gran evento”, enfatizó la Madre Superiora.
Los atractivos
Festival, testimonios y proyecciones de audiovisuales formarán parte de los atractivos previos a la misa, que será oficiada por el cardenal Angelo Amato, prefecto para las Causas de los Santos del Vaticano.
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Los trabajos de montaje del retablo y el presbiterio, así como del altar donde se celebrará la eucaristía ya concluyeron, dijo el artista Koki Ruiz.
Los portones estarán abiertos al público en general a las 13:00 y el acceso será por orden de llegada, libre y gratuito. El sector platea, sobre la calle Parapití, será exclusivo para personas con discapacidad.
Con Chiquitunga, la Iglesia en Paraguay tendrá la primera mujer que va camino a los altares y segunda que alcanza la santidad, ya que el primero fue Roque González de Santa Cruz, canonizado en 1988, por el papa Juan Pablo II.
Chiquitunga nació el 12 de enero de 1925 en Villarrica. A los 30 años ingresa a la vida contemplativa en el Carmelo de Asunción donde siguió su carrera religiosa. En marzo de 1959 fue hospitalizada por un mes debido a una hepatitis y allí falleció con solo 34 años.