Cañerías obsoletas de la Essap hacen agua y charco en calles de Asunción

Este artículo tiene 9 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2395

La mayor parte de los baches y cráteres, que conforman verdaderos rosarios en las calles y avenidas de Asunción, es ocasionada por filtraciones cloacales del alcantarillado y de la red de agua potable de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), la ex-Corposana. Esta institución estatal se encargó de construir a medias la red de suministro desde los años sesenta. Como nunca se renovó, hoy colapsa y hace que las arterias de la capital permanezcan en ruinoso estado.

Juan Cardozo, vecino desde hace 70 años de las calles Manuel Domínguez y Parapití en la zona céntrica de Asunción, es uno de los tantos ejemplos de quien sufre a diario las consecuencias del colapso de la red de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), la antigua Corposana (Corporación de Obras Sanitarias).

Refirió que durante un mes reclamó en reiteradas ocasiones a la Essap la reparación de una pérdida de la cañería principal de agua potable en su calle. Sin embargo, tuvo que recurrir a la influencia de algunos contactos dentro de la institución para conseguir una cuadrilla porque no le hacían caso. Finalmente fueron a reparar la pérdida, pero en menos de un mes de nuevo reapareció la filtración.

“Con lo que me costó hacerles venir a reparar la cañería, ahora, en menos de un mes, nuevamente aparece la pérdida. Esto pasa porque la red de Essap está llena de caños caducos de más de sesenta años que nunca fueron renovados. Es la misma red de la Corposana”, dijo.

Más adelante se preguntó: “¿Dónde está toda la plata que recaudaron en tantas décadas?” y agregó que debido a la pérdida apenas llega el líquido con una leve presión a sus domicilios.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Otros vecinos de la zona también se quejaron de que todos los registros cloacales han reventado tras las últimas lluvias y no son reparados de manera adecuada.

Incluso, las rejillas que corresponden al colector pluvial –ahora en manos de la Municipalidad de Asunción–, que también son herencia de la Corposana, están llenos de basura e inundan las calles con cada lluvia.

En varios otros puntos de la ciudad, incluso en avenidas principales, quedan rastros de las cañerías rotas, reventadas y reparadas en forma totalmente desprolija y chapucera que solo duran unos días.