El miércoles cantó ante 3.000 personas en el León Coundou, y antes estuvo en otras ciudades del interior.
Glenda surgió como artista en la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, Canadá, cuando con su guitarra cautivó a miles de jóvenes que participaban del evento con Juan Pablo II.
A partir de aquel acontecimiento, recorrió varios países cantando a Dios. Nació en Chile, pero tiene nacionalidad española. Es sicóloga y teóloga, con 25 años de vida consagrada. Actúa sola y usa la palabra de Dios para golpear mejor los corazones, según nos dijo.
Del impacto que tiene actualmente la música cristiana en el mundo, indicó que depende de los países. En México está el proyecto Cielo Abierto, un grupo de católicos que hace viajar a los artistas por todo el mundo y van a promocionar la Palabra de Dios. Chile y Argentina tienen varios artistas y en Europa se está trabajando con diferentes estilos de música y se está avanzando.
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Sobre la importancia de la música en la fe, recordó a San Agustín, que cuando se convirtió con la predicación de San Ambrosio, cuenta en una de sus confesiones, que cuando iba a su iglesia las voces del coro tocaba su corazón y se iba en lágrimas. “El canto puede ser penetrante, pero eso depende del que canta y del que escucha”, sostuvo.
En Pedro Juan Caballero no pudo actuar y en las redes sociales se dijo que fue por amenazas; al respecto dijo que ese concierto fue reprogramado y cuando se realice será organizado por la diócesis.