Al respecto, el asesor legal de los anunciantes, Abog. Miguel Aranda, señaló que se trató de un proyecto de ley “totalmente desnaturalizado”, que inicialmente buscaba regular la buena alimentación en las escuelas.
Aranda añadió que la otra parte irracional de la ley es la creación de un impuesto que afecta especialmente a los alimentos importados. “Inclusive, iba a prohibir la publicidad de todo tipo de alimentos dentro y fuera de los establecimientos”, alertó.
Otra cuestión muy llamativa para la CAP es que la ley dejaba a cargo del organismo de aplicación reglamentar qué tipos de alimentos se puede comercializar y cuáles no.
