El día litúrgico fue el jueves 20, pero los obispos pueden mover la fecha para facilitar la participación de los fieles en la misa. En la celebración de ayer participaron las parroquias de la arquidiócesis en la Catedral Metropolitana. Hoy, la misma celebración tendrá lugar en las parroquias.
El arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, que presidió la celebración eucarística, destacó en su homilía que la Eucaristía es para todos.
“El don de la Eucaristía es la herencia que Jesús nos dejó a todos a través de la conversión del pan y del vino en el cuerpo y sangre de Cristo, una realidad que supera toda comprensión humana. Es un don de Dios, un don que se hace carne y representa el sacrificio de Jesús por la vida de todos los hombres, para que se alimenten y se salven. Porque la palabra de vida eterna es la que nos dejó al decir: ‘El que come mi carne y bebe mi sangre tendrá la vida eterna’, Por eso la Eucaristía sigue siendo un signo de consagración”, dijo.
Igualmente, subrayó que la Eucaristía es el pan de los ángeles, el pan de los peregrinos y el pan de los hijos, que sirve para superar la cultura de muerte y la cultura de la violencia.
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