El anuncio lo hizo ayer el arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, en rueda de prensa. Explicó que la Catedral, que data de 1845, tenía un órgano a tubos pequeño, pero después de la Guerra Grande se fue perdiendo.
Recordó que en días previos a la visita del Papa, “el maestro de ceremonia del Vaticano, Mons. Guido Marini, visitó la Catedral y quedó maravillado del retablo y preguntó: ¿y el órgano a tubos? y le expliqué que aún no tenemos las condiciones económicas para comprar uno”. Valenzuela guardó esa idea y luego se contactó con algunos donantes para hacer posible la compra.
Ayer recibieron la comunicación de que se terminó la construcción del instrumento en Italia.
En Navidad sería el primer concierto con el nuevo órgano, de 1.605 tubos.
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El maestro Stefano Pavetti, con estudios en Milán, indicó que no es el primero; en La Encarnación se tiene uno, pero el de la Catedral será tres veces más grande. El instrumento se construyó de acuerdo al espacio que ocupará en el coro.
El maestro Enrique Alfonso, director del coro de la Catedral, resaltó que el órgano jerarquizará la ceremonia porque es el instrumento del culto por excelencia; permitirá interpretar grandes repertorios.
El ingeniero Paulo Yugovich trabajó con la Secretaría Nacional de Cultura y dijo que ya tienen el permiso “verbal” para montar el instrumento en el coro, donde se removieron cinco toneladas de materiales y se introdujo una base de metal, para aguantar el peso del órgano y de la gente que estará allí.
Al término de la reunión de prensa, consultado por ABC Color acerca del precio, el arzobispo dijo que costó 88.000 euros, que serán solventados con aportes de colaboradores. Le manifestamos que algunos preguntarán por qué no se invierte esa plata en obras sociales, a lo que Valenzuela indicó que la Pastoral Social se dedica a los pobres, pero la Iglesia también se dedica al culto y a la enseñanza.
Consultado sobre si Cartes colaboró para la compra, indicó que si quiere colaborar, “bendito sea”.