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Estela Duré, comerciante, explicó que participaron de una reunión en la que se les informó de una próxima remodelación del paseo donde están, por lo que directivos del hospital les solicitaron que se corran unos 30 metros. Alegó que de igual forma tienen miedo de un desalojo.
En total son cinco las vendedoras que deben trasladarse. Sonia Burgos relató que una doctora incluso las maltrató gritándoles en la calle que se deben ir. Burgos comentó que sus familias dependen totalmente de la venta que realizan. “Tenemos que comprar útiles, comer y vestirles a nuestros hijos”, comentó.
Tres de las cinco permisionarias, que pagan un canon de G. 11.500 por día, ya se mudaron a la esquina del paseo.
Por su parte, el director del hospital, Derlis León, aseguró que no hay amenaza de desalojo. Indicó que el objetivo es hacer cumplir una ordenanza municipal que establece que este tipo de puestos deben estar ubicados a 150 metros de los hospitales.