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La sesión ordinaria del Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) se llevó a cabo ayer con dos grupos protestando frente al edificio del Rectorado, ubicado sobre la avenida España, en Asunción.
Mientras el grupo de padres de estudiantes exigía a los miembros del CSU que aprobaran la intervención en la Facultad de Ingeniería de la UNA (Fiuna), el otro grupo –conformado por funcionarios y algunos docentes– pedía lo opuesto.
Finalmente, los consejeros luego de escuchar a todas las partes (estudiantes, docentes, egresados y funcionarios) decidió llevar a votación la propuesta de intervenir o no la Fiuna.
Por la no intervención votaron 20 consejeros contra 18, a pesar de que la mesa mediadora –encabezada por el decano de la facultad Politécnica UNA, Ing. Teodoro Salas– que se conformó hace 15 días a pedido de este mismo Consejo, recomendó una intervención como única vía posible para destrabar la grave crisis existente en la Fiuna.
Los estudiantes, quienes están en paro desde el 5 de agosto (hace 83 días) exigen la renuncia del decano de Fiuna, Éver Cabrera. La facultad está paralizada, ya que también un grupo de 65 docentes presentó su renuncia. Sin embargo, el decano Cabrera afirmó que no piensa renunciar.
La decisión de los consejeros fue celebrada por los funcionarios administrativos de la Fiuna.
“No es una escuelita”
El rector de la UNA, Abel Bernal, se había comprometido en una reunión con un grupo de padres de estudiantes de Ingeniería a que, al menos tres de ellos, ingresarían a exponer su postura ante el Consejo.
Sin embargo, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen), Nicolás Guefos pidió que se niegue el acceso a los padres de familia para no dejar precedentes. “Esto no es una escuelita, para que vengan sus padres. Si los universitarios quieren exponer sus posturas deben hacerlo y con entereza porque son los futuros profesionales del país, pero no pueden andar tomados de las manitos de sus papás. Deben saber solucionar sus conflictos”.
La propuesta de Guefos fue acompañada por unanimidad. Pero, la decisión molestó a los padres. “¡Son unos cobardes, ellos ya se burlaron un montón de nuestros hijos que llevan casi tres meses en paro!”, protestó muy enojada e impotente Graciela Gill, madre de un estudiante de la Fiuna.