Costanera Norte afectaría el hábitat de los yacarés

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La aparición de ejemplares de yacaré hû (caimán negro) en zonas urbanas tiene varios motivos, según los expertos. Uno de ellos sería la construcción de la Costanera Norte, que estaría afectando su hábitat, lo cual provoca su desplazamiento a barrios de Capital en zonas ribereñas.

En menos de un mes tres ejemplares de yacaré hû fueron noticia. Uno ayer por asustar a una familia en el barrio San Juan de Asunción, otro por cruzar la calle en zona del Mercado 4 y el último que fue hallado muerto en inmediaciones del Hospital Central de IPS.

Para la directora de WWF Paraguay, Lucy Aquino, bióloga y herpetóloga (especialista en reptiles), la aparición de estos reptiles en zonas urbanas tiene varios motivos. Entre ellos, la presión sobre su hábitat, por la construcción de rutas en la Costanera Norte.

“Cuando llueve mucho y vienen los repuntes de ríos y arroyos los yacarés más pequeños son arrastrados entre los camalotes y así llegan a la ciudad. Otro motivo es que las personas los tienen como mascotas cuando son pequeños y una vez que crecen los largan. En tercer lugar estos animales, tanto el yacaré como la curiyú (boa), se encuentran distribuidos muy cerca de Asunción como en Chaco’i, laguna Cateura y en el río Paraguay, que son lugares comunes para ellos. Por ello la construcción de rutas, principalmente en la Costanera Norte, hace que estos se desplacen, por presión sobre su hábitat”, dijo.

El director general de Biodiversidad de la Secretaría del Medio Ambiente (Seam), Darío Mandelburger, indicó que estos desplazamientos de los yacarés son naturales ya que viven en zonas ribereñas. “Es una especie muy plástica que habita las zonas ribereñas, el bajo Chaco, en el río Pilcomayo, el río Paraguay y Ñeembucú. Ellos se mueven de costa a costa encima de los camalotales”, refirió.

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Sobre si existe presión sobre su hábitat natural, el director señaló que es así, por lo que se debe trabajar en un mecanismo de convivencia con esta especie. “Existe una situación de presión sobre su hábitat por el crecimiento urbano. Nuestra misión será trabajar para crear mecanismos de convivencia con los yacarés, como ocurre en La Florida, EE.UU., con los cocodrilos”, dijo.

Aquino y Mandelburger aclararon que los yacarés no son agresivos y no atacan (“hasta te podés bañar con ellos en el río”), por lo que instan a no matarlos y comunicarse con la Seam, la Policía o los bomberos para rescatar al animal que aparezca en algún barrio.