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La viceministra de Educación, Nancy Ovelar, explicó que la Dirección General de Bienestar Estudiantil está recurriendo a las instalaciones móviles, mudanzas a locales alternativos y temporales como parte de la contingencia que tiene el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para afrontar los embates de la crecida del río Paraguay, que en Asunción ya desplazó a unas 1.000 familias lejos de sus hogares. Las mismas se instalan en los refugios.
La principal tarea es evitar que los escolares afectados pierdan el año lectivo, ya que están a poco más de un mes de culminar las clases. Según el calendario escolar del MEC, las clases deben terminar oficialmente el 30 de noviembre de 2018. Sin embargo, varios directores cuyas escuelas están afectadas por las inundaciones ya solicitan que se adelante el cierre del año escolar para la primera semana de noviembre.
Alto ausentismo
Emma Egusquiza Segovia, directora de la Escuela República del Perú, solicitó ayuda para los alumnos y sus respectivas familias que están siendo desplazadas. “Mis alumnos, que son de la zona del Bañado Sur, están muy desmotivados y con varios días de ausencias ya en el colegio”, explicó muy angustiada e impotente
Sara Escobar, de la zona del Bañado Norte, comentó que desde hace una semana sus hijos no asisten a la Escuela Caacupemí de Fe y Alegría porque están en pleno proceso de mudanza a los albergues temporales. Además, esta citada institución educativa ya está totalmente tomada por las aguas.