De la época dorada a la decadencia

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Que se vean menos botes que los dedos de una mano es lo que deja indefectiblemente en evidencia la muerte de un puerto. Sus trabajadores, sentados y dispersos por el abandonado lugar, ya no recuerdan cuándo fue la última vez que realizaron sus ocupaciones originales, puesto que ahora solo se dedican a que la Terminal Portuaria de Sajonia exista, y ya no que funcione.

Cuando dicen “Puerto Sajonia”, uno podría imaginar un intenso tráfico de barcos e innumerables botes transportando mercaderías o lanchas de pasajeros para dar un paseo por el Río Paraguay en instalaciones de gran infraestructura.

La realidad dista mucho de aquellos tiempos de opulencia en este paraje del río Paraguay y un legendario barrio de Asunción relegado hoy a un pequeño espacio físico, pero cuyo nombre se extiende mucho más en el inconsciente colectivo.

El yuyal, las paredes amarillentas y la pintura descascarada de un pequeño edificio que ha dejado de recibir a navegantes rompen totalmente el ideal de la emblemática sede portuaria asuncena inaugurada en la década de los 40’.

El paisaje del río, sin embargo, nunca dejó de embellecer el sitio, que, pese a la falta de botes y la decadencia del puerto, podría atraer a innumerables turistas y al propio asunceno. Con justa razón Manuel Ortiz Guerrero y José Asunción Flores cantaron el verso: “Puerto Sajonia, mi desvarío...” en la guarania “Paraguaype”.

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En el entorno aún se perciben siluetas de las fábricas o industrias que dieron impulso al barrio y se constituyeron en importante fuente de trabajo a principios del siglo XX.

El mayor problema hoy es el camino al Puerto: sin querer caer en prejuicios, las calles harían pensar dos veces a cualquiera antes de utilizarlas. Casuchas llenas de basura construidas de forma desordenada están en la calle Cala-á y otras arterias que permanecen aún sin nombre en la Capital. En cada esquina se ve gente consumiendo bebidas alcohólicas o bajo los efectos de los estupefacientes, quienes no ofrecen una mirada amigable.

Lo que alguna vez brilló

Reneé Benítez, funcionario del puerto desde hace 27 años, comentó que aún se hacen algunos viajes para llevar productos frutihortícolas para el consumo familiar, como cebollas, papas, y frutas. Pero nada se compara a la “época dorada” que duró mientras el puerto tuvo el monopolio, lo que se extendió hasta los 90’.

Relató que el movimiento era muy importante porque todo pasaba por los puertos de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP). Sajonia fue puerto privado hasta 1945, perteneció a una firma inglesa y luego pasó al Estado.

La decadencia comenzó con el progreso: la inauguración del Puente Remanso el 19 de agosto de 1978 significó una gran pérdida de usuarios. La estructura unió a la Región Occidental con la Oriental y daba independencia y menores costos a muchos empresarios y productores que anteriormente dependían del servicio fluvial.

No obstante, lo que marcó un antes y un después en la ANNP, fue la eliminación del monopolio. En 1994, se decretó la Ley 419 “Que crea el régimen legal para la construcción y funcionamiento de los puertos privados.”

“Muchos puertos privados empezaron a funcionar. Luego trabajaron de manera muy fuerte y así disminuyeron totalmente los ingresos a la institución”, afirma Benítez. En el 2000 el entonces ministro de Hacienda, Federico Zayas, intentó revertir la situación que levantó una serie de críticas y no prosperó.

La falta de inversión en la ANNP llevó a que Puerto Sajonia quedara en ruinas en comparación con los nuevos muelles y atracaderos del sector privado. Hoy Sajonia cuenta con cuatro funcionarios y tres botes, que antes que prestar un servicio eficiente ayudan a alimentar la nostalgia de su pasado de esplendor.

Nombres en las calles

Cala’a: Apodo del Cnel. Manuel Antonio Giménez que comandó las tropas en la defensa de Curuzú, antesala de Curupayty el 3 de setiembre de 1866.

Cap. José Bozzano: Fue el diseñador de los cañoneros Paraguay y Humaitá utilizados en la guerra del Chaco.

Cnel. Luis Caminos: Ministro de Marina y Guerra del Mcal. López en los últimos años de la Guerra del ‘70. Murió en Cerro Corá.

Cnel. Florentino Oviedo: Jefe de la Infantería en la Guerra contra la Triple Alianza. Estuvo en Tuyutí, Itá Ybaté, Acosta Ñu y Piribebuy.

Salvador Pratts Gill: Prestaba servicios en el cañonero “Tacuarí” durante la Guerra del Chaco.

Ruy Diaz de Guzmán: Conquistador, primer escritor nacido en el Rio de la Plata.

Ñuflo de Chávez: Explorador y conquistador español en Paraguay y Bolivia. Fundó Santa Cruz de la Sierra en 1561.

FOTOS: David Quiroga