Sinforiana Sanabria, damnificada, hizo ayer la tercera y última parte de su mudanza. Si bien no era demasiado lo que tenía, le fue muy difícil llevar a pie todas sus cosas. Comentó que vuelve luego de un año y tres meses a su casa en el Bañado de Tacumbú y la reconstruirá sola, con los ahorros que tiene de la venta de hielo y sándwich.
“Avy’aiterei porque demasiado peligro ya hay acá”, expresó al preguntársele si está conforme con el retorno. Contó que varios asaltos ocurrieron en su manzana y que una vez la Policía baleó a un ladrón a centímetros de ella.
Ayer, Dionisia González también terminó de llevar sus cosas. De igual forma, volvió al paseo central con sus hijos. Afirmó que se quedaría unas cuántas horas porque lo limpiaría. “Tengo que dejar así como se me dio, es lo correcto”, indicó.
Los espacios recreativos ocupados por las casillas quedaron destrozados y se observan kilos y kilos de basura que poco a poco son recogidos por la Municipalidad asuncena.
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La mayor queja de los vecinos era la inseguridad reinante en el lugar y la pérdida de espacios públicos, por lo que reclamaban que los afectados por las crecidas fueran trasladados.