SAN PABLO, Brasil, (Daniel Ortiz, enviado especial). Esta mañana se inicia una reunión de periodistas latinoamericanos para debatir el impacto de la vacunación en la prevención de enfermedades. El encuentro, a realizarse en un hotel en el distrito de Morumbí, es organizado por el laboratorio francés Sanofi Pasteur.
El tema central de este evento será la exposición del secretario de salud de Paraná, Michele Caputo Neto, sobre la “Primera campaña pública de vacunación contra dengue en América y las lecciones aprendidas”.
El gobierno de Paraná adquirió el año pasado unas 500.000 dosis de la vacuna mencionada, invirtiendo unos 50 millones de reales (más de US$ 15 millones). La campaña comenzó con la aplicación de la primera dosis (cada persona requiere 3 aplicaciones para una inmunización de 98%) en julio de 2016, alcanzando a 200.000 personas residentes de 30 municipios, los más afectados periódicamente por el dengue, siendo algunas muy cercanas al Paraguay, como es el caso de Foz de Yguazú.
Sin embargo, las autoridades sanitarias de Paraná se encontraron con muy poco interés de las personas en aplicarse la vacuna. Se debió hacer visita casa por casa para tener más llegada.
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En Paraguay
En Paraguay la vacuna contra el dengue de Sanofi se consigue solo en el sector privado y está dirigida a la clase media y alta, atendiendo el alto costo del producto. Cada dosis se consigue en las cadenas de farmacias entre G. 550.000 y 680.000 (de acuerdo el modo de pago).
Para que la vacuna sea efectiva, se necesita la aplicación de 3 dosis, una cada 6 meses, por lo que cada persona deberá invertir entre G. 1.650.000 y G. 2.040.000.
Si bien el Ministerio de Salud de nuestro país consideró en principio comprar un lote de vacunas para la aplicación gratuita en servicios públicos donde siempre se registran brotes de la enfermedad, el plan no prosperó por la falta de acuerdo en el precio del producto, aunque lo que más pesó fue la recomendación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para que la mencionada vacuna no se use aún en campañas públicas de inmunización, ya que no estaba comprobada su efectividad.
