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El niño ya acudió a varios colegios desde los tres años, siendo el último el Cristo Rey, de donde optó por sacarlo por recomendaciones de especialistas, quienes le habrían dicho a la madre que lo envíe al colegio católico Monseñor Lasagna. Después de varios trámites y revisión de antecedentes del niño, fue aceptado e inscripto.
La madre sostuvo que el 17 de febrero iniciaron las clases y ya el 18, la profesora Graciela Guanes, coordinadora de Educación Escolar Básica, le comunicó que el niño no podría adaptarse por ser inquieto. “Es imposible que le hayan evaluado en un día y medio”, indicó Núñez.
La profesora Graciela Guanes aseguró que desde el principio las puertas de la institución estuvieron abiertas para el niño; sin embargo, “ella (la madre) no acercó los documentos que estábamos precisando para definir el grado”, argumentó.
Por su parte, Estela Pistilli, directora general de Educación Inclusiva del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), aseguró no estar al tanto de la situación y recordó que la Ley 5136, de Educación Inclusiva, establece que “ninguna escuela o colegio podrá rechazar a un niño, niña o adolescente por ser discapacitado”.