Pablina Díaz, representante sindical, indicó que están hace más de 20 años en la casa y que el contrato colectivo prevé que la Essap debe darle una oficina. Aseguró que están siendo perseguidos, debido a las denuncias que realizaron sobre dos secretarias que serían beneficiadas irregularmente; a una le habrían reconocido 12 años de antigüedad, pese a tener dos; y a la otra se le habría dado un “sueldo abismal”.
Al ser consultada, la directora de Recursos Humanos Mirtha Orrego explicó que la casa en donde se encuentran fue ocupada irregularmente, y que ahora serán reubicados. Aclaró que, además, ellos ya cuentan con otro edificio.
“Nosotros tenemos una donación de la Itaipú Binacional para la creación de una sala de lactancia, un comedor para los funcionarios y una sala de capacitación, y la vamos a perder si no la usamos”, dijo. “Se les intimó, se les convocó en más de una oportunidad”, aseguró.
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