Páez es una de las tantas docentes que fue víctima de la mafia de las casas comerciales que realizaban descuentos ejecutivos a funcionarios del Ministerio de Educación por compras inexistentes.
Gracias al trabajo de la fiscala Teresa Sosa se descubrió que la empresa Metalúrgica Fernández falsificó la firma de Páez y empezó a descontarle desde el año 2012 hasta 2015 montos en cuotas por la supuesta adquisición de dos motocicletas y electrónicos. La docente pensó que la disminución de su salario era un recorte del MEC, por lo que no hizo la denuncia, sin embargo, cuando su salario tuvo saldo cero descubrió los descuentos irregulares.
La Fiscalía llegó a un acuerdo con Metalúrgica para que devuelva lo robado a la docente indígena pero los representantes legales están dilatando el pago. Otra empresa que hizo lo mismo ya le devolvió lo despojado.
