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La “economía verde” y su aplicación requerirá necesariamente de una revisión de la política ambiental nacional (PAN), donde se equilibre lo económico con lo social y ambiental. Para ello, debe estar en la agenda de Gobierno este proceso, en coordinación con diferentes sectores productivos, sociales y ambientales del país.
El desarrollo sostenible, desde la perspectiva de la “economía verde”, ya se está implementando en nuestro país, incluso mucho antes de Río+20, a través de las cooperativas de producción y desde la propia Unión Industrial Paraguaya (UIP).
Las cooperativas son el fiel reflejo de la “economía verde”, donde integran lo ambiental y social con lo económico, según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés).
De igual forma, la UIP desde hace varios años viene impulsando una campaña de producción más limpia, premiando a los industriales que producen con un impacto casi cero al ambiente, con un alto componente social en el entorno fabril.
Río+20 se cerró sin ningún compromiso nuevo imperativo para nuestro país, pero para formar parte de los demás que avanzan en el proceso del desarrollo sostenible, se debe fortalecer las estrategias de acciones para lograr beneficios, principalmente para captar fondos destinados a proyectos dentro de la “economía verde”.
Paraguayos destacados
La frondosa delegación oficial nacional pasó desapercibida, hasta incluso hubo papelones como los múltiples documentos entregados en nombre del país, sin que los mismos hayan sido de público conocimiento. Esto, debido a la criticable actitud del punto focal del país, el ministro del Ambiente Óscar Rivas.
Sin embargo y sin ser parte de la “delegación oficial”, hubo presencia destacada de paraguayos.
Un caso rescatable fue la actuación de la “Orquesta de instrumentos reciclados del vertedero de Cateura - Sonidos de la Tierra”, bajo la conducción del maestro Luis Szarán y del director Favio Chávez.
La orquesta abrió el Foro de “Emprendedores sociales en la nueva economía”. Actuó casi dos horas, siendo los únicos artistas en Río+20 con más tiempo en el escenario.
Es que el público pedía escuchar de todo: clásicas, pop, modernas, brasileñas, paraguayas. La prensa internacional se hizo eco de esta destacable actuación.
Jóvenes voluntarios
Otros paraguayos destacados fueron los jóvenes voluntarios de un programa de concienciación sobre alimentos naturales vegetales (vegan), sin incluir carne ni derivados lácteos ni huevos. Esta campaña regaló más de 20.000 sándwiches a los participantes de la Cumbre, que fueron más de 500.000 personas.
Los hermanos Freddy, Sisinio y Chavely Acosta, de Ciudad del Este, fueron muy reconocidos por los delegados de todos los países, ya que se encargaban de regalar los alimentos, en compañía de otros voluntarios.
Freddy explicó que el veganismo (estilo de vida con alimentos sin carne ni de otros derivados animales) es muy difundido en el mundo, y que ya han estado en eventos anteriores como la Cumbres de México y Dinamarca.
Explicó que viajaron por sus propios medios para actuar de voluntarios.