Argumentó que debido a ello se procederá en las próximas semanas a enrejar el área del Panteón –no de la plaza completa– para mayor seguridad, pero aseguró que esto no limitará las visitas.
Explicó que en el 2015 se encontraron varias lesiones y la gravedad de una fisura horizontal de 20 milímetros en la cúpula que implicaba incluso el riesgo de colapso del edificio. “La restauración de la cúpula, bóvedas y arcos implicó la utilización de fibras de carbono y el trabajo de especialistas italianos”, relató.
“Lo más resaltante es que la cúpula estaba a punto de caer, pero ya se realizaron los trabajos”, dijo Guillermo Barrail, dueño de la empresa Barrail Hermanos, encargada de las reparaciones.
“Otro tema muy importante y que la gente pregunta es el porqué no está pintado; en realidad el panteón no se debe pintar, las paredes del panteón deben respirar, entonces por eso hoy se quitó toda la pintura y se ve lo que se le llama símil piedra, que es un revoque”, agregó. Explicó que anteriormente el mismo fue pintado varias veces y que ellos procedieron al retiro de manera de recuperar todos los ornamentos que ahora sí se pueden ver.
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Por otra parte, lamentó los hechos vandálicos ocurridos el 31 de marzo en el marco de unas manifestaciones en el microcentro asunceno. Esto había terminado en el robo de la lámpara votiva y el destrozo de estructuras pertenecientes a la empresa Barrail Hermanos. “La lámpara votiva que fue robada nunca fue recuperada (...) Es invaluable, una reliquia nacional”, consideró.