¡El amor nunca pasa de moda!, fue el mensaje del emotivo casamiento comunitario. Varios hijos de los novios presenciaron el acto y muchos llegaron hasta las lágrimas al ver la unión ante Dios a sus padres quienes en algunos casos ya llevaban años de convivencia. Los contrayentes comentaron que aceptaron obtener la bendición con la finalidad de regularizar su situación conyugal. Todos son trabajadores del grupo Vierci.

Mientras se integraban las parejas a la pasarela, algunos esperaban a la novia, al novio o los padrinos y las emociones se iban generando entre los familiares entusiasmados por la celebración. Cada pareja estuvo dispuesta y preparada para su casamiento, pero con una experiencia diferente.

Los novios, al culminar la ceremonia religiosa, festejaron con un brindis en el salón Benedicto XVI del Seminario Metropolitano, y luego alguna parejas dijeron que iban de luna de miel al interior del país.