Empresas mienten sobre el servicio para conseguir subsidio del Estado

Termina otro periodo presidencial y el transporte público continúa lejos de ser óptimo. Las empresas adeudan al IPS, ocultan datos de sus empleados, evaden impuestos y cobran subsidio estatal por vehículos que no utilizan.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/7AMD3VTC4ZCERPHYIM5CC5QV7Q.jpg

Cargando...

En agosto el presidente Horacio Cartes entregará el poder sin haber logrado limpiar en sus cinco años de mandato la corrupción en el sistema de transporte público de pasajeros Inclusive les entregó más dinero, pese a las graves denuncias de estafa en contra 18 empresarios. Les benefició con un subsidio de US$ 30.000 por cada bus de 20 años de antigüedad (362) y G. 100 por cada usuario.

Los empresarios adulteraron el año de fabricación de los buses para acceder al subsidio, según la denuncia radicada en 2014 por la Secretaría de Transporte del Área Metropolitana de Asunción (Setama), antes de ser borrada por el actual gobierno. A cuatro años de la denuncia del desaparecido ente regulador no hubo ni un solo condenado en la causa.

Siempre con presiones de huelga y reguladas los empresarios consiguieron la ayuda económica estatal para cubrir sus gastos con el argumento de que “trabajan a pérdida”. Bajo el Gobierno de Fernando Lugo, desde 2008, cobraron un subsidio de G. 400 por cada usuario y desde 2014, era Cartes, G. 100 por boleto.

Bajo ambos gobiernos el subsidio a las empresas de transporte público superó los US$ 100 millones. El subsidio por pasaje es una estafa comentan en voz baja algunos empresarios del sector, que aseguran conseguir utilidades diarias desde G. 500.000 dependiendo del itinerario que cubre la línea.

Existen empresas que cobran subsidio y hacen circular solo unidades con aire acondicionados como es el caso de “Transporte y Turismo Lambaré” (líneas 23 y 24), de Juan Carlos Aveiro, que declaró 80 buses ante el Viceministerio de Transporte. Más de 1.200 millones se embolsó en 2017 por 54 buses comunes o convencionales. Los usuarios aseguran que esos buses comunes con pasaje barato circulan solo feriados. No conseguimos la versión del empresario.

En otros casos, pese a los millonarios subsidios del Estado las empresas siguen circulando con buses chatarras. Los usuarios viajan apretados en pasillos y estriberas pagando G. 2.200. En buses del servicio diferenciado abonan G. 3.600, pero igual viajan incómodos.

slopez@abc.com.py

MAÑANA: Políticos en la rosca

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...