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La suba de aranceles, según afirman, es injustificada porque hasta ahora las autoridades de la facultad no dieron ninguna explicación del motivo de la suba que va desde G. 3.000 hasta G. 300.000 en solo un año. (Ver infografía).
El presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía, Diego Díaz, dijo que buscan presionar, mediante la “no matriculación” de los miles de alumnos a las autoridades de la facultad para que transparenten los gastos y se informe a quién o a quiénes beneficiaría esta suba de aranceles.
“Nadie define a dónde va a ir a parar este dinero que se recaudaría con el tarifazo”, indicó. Comentó que a puertas cerradas los miembros del Consejo Directivo de Filosofía, el pasado 18 de noviembre de 2016, “cocinaron” la suba de aranceles. Sin embargo, los afectados directos ni siquiera fueron comunicados debidamente. “Es una falta de respeto que toquen nuestro bolsillo y ni siquiera nos avisen con antelación. Los estudiantes de esta facultad somos de un nivel socioeconómico no muy alto, no somos adinerados, por tanto esta suba nos afecta muchísimo”, dijo.
Nuestro equipo periodístico intentó obtener la versión del decano Ricardo Pavetti sobre el destino de la recaudación mediante los aranceles y el motivo del “tarifazo”, pero atinó a decir –utilizando como mensajero a su secretario– que “no hará ninguna declaración al respecto y que en su momento hablará con los medios; pero una vez que el ambiente esté más calmado en la facultad”.