Ariel Bobadilla explicó que la Academia Cisco depende de la Dirección de Extensión Universitaria de la Facultad de Ingeniería y que por los cursos los alumnos de la UNA pagan G. 380.000 de matrícula y G. 120.000 mensual, mientras que estudiantes de afuera abonan G. 480.000 de matrícula, y G. 240.000 como cuota para formarse en la Academia y acceder a certificaciones internacionales de índole global.
“Estamos preocupados por la ausencia de los instructores debido a la falta de pago de sus salarios por parte de la facultad. El decano de Ingeniería, Pedro Ferreira, quiere que los cargos de los docentes pasen por llamado a concurso cuando estos ya fueron nombrados por el Rectorado y están capacitados por la empresa Cisco que es la más importante a nivel mundial en el segmento de teleprocesamiento de datos. El decano se niega a ejecutar los contratos de los maestros pero nos siguen cobrando las cuotas. Estamos siendo estafados. Están sumergidos en un jugueteo burocrático, por capricho, que nos perjudica”, indicó. Los estudiantes están disgustados porque esta situación puede generar que Cisco le retiré la licencia de su Academia a la Facultad de Ingeniería. “Las autoridades están más preocupadas por instalar bancos que velar por el buen funcionamiento de una instalación académica”, dijeron.
