/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/R62KOE5RBJDA3EO5M4EZXXLBLY.jpg)
Cargando...
Una de las pocas avenidas lindas de Asunción está sufriendo una intervención que destruye su identidad de calle y bien histórico, señaló ayer el urbanista Eduardo Alfaro al criticar el cementado que está colocando la comuna asuncena en algunos tramos de la mencionada vía ante las deformaciones causadas por las frenadas de los buses. “Quedará convertida en cebra”, señaló.
“Esta avenida patrimonial, que antes se llamaba Avda. Colombia, tiene una rica historia. Antes era más ancha. Guggiari vino empapado de París, cuando era intendente, y ensanchó esta avenida imitando al Champs-Élysées y luego se fue achicando y quedó así. Es una vez más un manoseo de esta administración comunal, un atentado contra esta avenida que es un patrimonio de los ciudadanos, parte de la identidad de Asunción con su jacarandá. Estoy seguro de que se podría haber encontrado otras técnicas constructivas para poder solucionar el problema que causan los buses en la carpeta asfáltica”, dijo el especialista.
Agregó que están haciendo algo similar a lo que hicieron con los adoquines frente al Palacio de López. “Tocan por tocar, sin consultar con la ciudadanía o sin antes ver otras opciones con la gente que sabe”, lamentó. Para el urbanista, este es otro adefesio de esta administración, que se suma a lo realizado en el paseo central de la Avda. Quinta y la bicisenda de la calle Iturbe.
Contra las erosiones
La Municipalidad informó que a través de la constructora Los Trigales SA (representada por Omar Bustos), lleva a cabo obras de colocación del pavimento de hormigón hidráulico desde los primeros días de abril.
En la avenida se colocarán 17 centímetros de hormigón hidráulico, que pretende ayudar a las dársenas que actualmente registran erosiones por las constantes frenadas que tienen los vehículos del transporte y que deforman la carpeta asfáltica.
La comuna no informó si se tuvo en cuenta el aspecto estético. La explicación se centró en que el asfalto tiene una vida útil de 10 años aproximadamente, tiene menos elasticidad; en tanto, el hidráulico, con un buen mantenimiento puede durar hasta 50 años.