El estudio: “Los costos-país de la violencia contra las mujeres en Paraguay”, presentado ayer en el Crowne Plaza por el Ministerio de la Mujer y la Cooperación Alemana, revela la cruda realidad de miles de mujeres y sus hijos que sufren violencia doméstica. El estudio muestra la falta de interés en el aumento presupuestario de los gobiernos de turno para invertir en educación y prevención primaria.
Los gastos económicos que implica sufrir violencia doméstica por parte de sus parejas o exparejas, la asumen las mujeres violentadas en un 48% de los gastos.
En un 38% están pagando las empresas privadas grandes y medianas, y casi un 14 % paga el Gobierno. “Aparte de ser agredidas y de perder sus ingresos propios, de perder oportunidades laborales, la mitad de todos los gastos están asumiendo las propias mujeres agredidas”, recalcó Arístides Vara Horna, investigador principal del estudio.
Revela la falta de interés
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Las recomendaciones hechas por el investigador Vara Horna, son las mismas que desde hace varios años se vienen reclamando desde distintas organizaciones sociales y desde el sector organizado del campesinado; aumentar el presupuesto destinado a la atención integral de las violencia contra las mujeres, fortalecer el Ministerio de la Mujer, que según ya había anunciado la ministra Ana María Baiardi seguirá sin aumento de presupuesto para el 2018.
Los gastos gubernamentales no se orientan hacia la prevención. La mayor parte de los recursos gastados se encuentran en el sistema judicial vinculado fundamentalmente al proceso de sanción del delito.
Los servicios de atención se encuentran con particular relevancia en los prestados por el sistema judicial, y en menos proporción los de salud, revela parte del estudio.
“Lo mas lógico es invertir en educación. Se necesita darle prioridad a la prevención primaria que será mas rentable a largo plazo. La violencia es una conducta y como cualquier conducta se puede eliminar-controlar. Se necesita atacar los patrones sociales y culturales que los justifican y que lo hacen permisibles, y destinar parte del presupuesto nacional en fomentar las instituciones públicas y privadas”, indicó Arístides Vara, además de mejorar los servicios de atención y que no se tiene una estadísticas especializadas.
Cynthia Prieto, del Comité Consultivo, manifestó: “A estos costos financieros se suman los terribles costos de las personas, el dolor, el sufrimiento, el miedo, el suicidio, el feminicidio. Tenemos que dejar de medir el desarrollo del país en las exportaciones, o en el número de celulares que se vendieron. Tenemos que medir el desarrollo del país en calidad de vida porque ese es el objetivo del desarrollo. Y este estudio busca concientizar a las personas sobre esta realidad. La patria soñada es factible, pero no la podemos seguir postergando. Tenemos que hacerla ya ahora”.