“Necesito una silla de ruedas urgente para mi papá”, gritó Noelia Benítez en el centro de atención, ubicado en la entrada del Hospital Central. De las dos funcionarias, una le sugiere que lo viera con los guardias. La mujer, desesperada, sale corriendo hacia el exterior del edificio, desde donde acaba de ingresar, y se dirigió al primer guardia que vio y que en ese momento hacía de agente de tránsito. “Dónde consigo silla de ruedas”, le preguntó al agente, quien se encogió de hombros como respuesta. Para zafar, recomendó que fuera a Urgencias a buscar. La mujer disparó hacia donde le indicaron. Esta situación se repite varias veces al día en el IPS, que ni siquiera puede resolver algo tan básico.
Obviamente, si en lo simple no hay capacidad de cumplir, en lo complejo es peor. “Mi hijo de 25 años lleva esperando más de 40 minutos una ambulancia para ir hacerse un estudio que aquí no se puede. Ahora se le trae a una chica que fue para lo mismo y luego nos toca. Esto es indignante. La verdad no sé cómo actuar, porque no quiero mostrarme nerviosa o molesta y preocupar más a mi hijo que está con un tratamiento oncológico”, dijo una señora que pidió la reserva de su nombre. Destacó la predisposición de los médicos y enfermeras, pero la situación en que se encuentra el IPS no ayuda a dar una buena atención.
Internados en el pasillo
Pero el drama es más patético en Urgencias. Allí varios de los pacientes quedan días internados en los pasillos y corredores de esta unidad ante la falta de camas, no ajustándose a los protocolos médicos de bioseguridad. El principal centro asistencial del IPS fue diseñado para 700 camas aproximadamente y hoy mantiene un promedio de 1.300 internados, es decir, arrastra un déficit de entre 600 y 700 camas. “Me preocupa porque mi esposo que tiene 71 años está por un problema en las arterias coronarias y debe operarse, lo mantienen en un pasillo de Urgencias mientras se fija fecha para la cirugía. Estamos viendo que se desocupe una cama en sala. A su alrededor hay mucha gente tosiendo y le puede agarrar cualquier cosa ahí”, dijo preocupada Digna Palacios.
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Otro motivo de queja diaria de los asegurados es la falta de medicamentos, siendo más crítica la situación para los pacientes oncológicos. Varios de los fármacos para tratamiento de cáncer están con “saldo cero”. Los insumos, como jeringas y reactivos para análisis, además de medicamentos básicos en invierno como Oseltalmivir (para tratamiento de cuadros gripales) tampoco se encuentran. El sábado, en horas de la mañana, varios pacientes que fueron a consultar denunciaron que el IPS no entregó fármacos alegando que no había sistema, sin embargo, los afectados dijeron que esa sería solo una excusa para no reconocer el desabastecimiento.