Informe del Banco Mundial sobre un caso de corrupción cajonea la Essap

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La Essap no publica aún en su web el informe del Banco Mundial sobre el fraude cometido por el Consorcio Bella Vista para adjudicarse la licitación de G. 54.900 millones para el relleno hidráulico. Su titular, Osmar Sarubbi, anunciaba la semana pasada que informarán en la página web.

La Procuraduría ni el Ministerio de Hacienda se pronunciaron sobre el informe del Banco Mundial que desvela la presentación de documentos falsos por las empresas Magtel y ERS, integrantes del consorcio Bella Vista, para adjudicarse la licitación de G. 54.900 millones de la Essap para la obra de relleno hidráulico en Bañado Norte. 

La Essap ni siquiera lo publicó en su página en internet pese a que su titular, Osmar Sarubbi, anunció la semana pasada que lo haría. “Los informes del banco son confidenciales, pero se informará como corresponde en la página web”, fue su respuesta a través de la oficina de comunicaciones cuando le pedimos el documento.

Datos extraoficiales señalan que el banco entregó el informe en referencia a la cartera de Hacienda y a la Essap. En esta última la asesoría jurídica elaboró un dictamen advirtiendo sobre las graves consecuencias que ocasionará el engaño cometido por las empresas extranjeras. Una de esas consecuencias mencionadas por el asesor de Essap, César González Orihuela, es la falta de fondos para pagar al consorcio Bella Vista por la obra, que concluyó en diciembre del año pasado.

La licitación en cuestión otorgó Essap por G. 54.900 millones para el refulado, que consiste en elevar el terreno a cota 64 metros sobre el nivel del mar para quedar a salvo de inundaciones. En el sitio se construirá la planta de tratamiento de aguas residuales. El contrato incluye la construcción de 96 viviendas para las familias afectadas por el plan, cuyo inicio quedó en stand by.

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Una de las irregularidades que saltaron cuando se adjudicó la obra en 2015 fue el aumento del monto. El consorcio ofertó G. 45.900 millones pero se elevó a G. 54.900 millones porque no había incluido el IVA. 

La obra la ejecutó otra empresa que no figura en los documentos: Signature SRL, propiedad de Paul Hellmers.