Los auditores indicaron que lo más probable es que usaban la identidad de un alumno para justificar la apertura de varios cursos. Esta idea fraudulenta nacía de los instructores, que para ser contratados para alguna capacitación necesitaban como mínimo 20 personas inscriptas. Al no conseguir esta cantidad, pedían a los del área administrativa que completen la nómina y estos comenzaban a llenar la lista con nombres de alumnos de otros cursos. A cambio, los instructores pagaban cierta suma a sus compañeros de otras áreas que se encargaban de hacer figurar a los supuestos alumnos. Varios profesores, personal administrativo y de informática están en la mira por las irregularidades y una vez que se compruebe la participación de los mismos, sus contratos serán rescindidos. Varios nombrados ya fueron notificados que están bajo sumario, anunciaron en la cartera.
Entre otros casos irregulares detectados en el SNPP, desde enero hasta diciembre del 2018, figuran, por ejemplo, que fueron capacitados 535 menores de 14 años (recién aplican para los cursos los mayores de 15 años), 399 personas mayores de 70 años con más de 10 cursos culminados.
Las irregularidades más llamativas son el caso de una beba de 2 años con nada menos que 190 cursos en su haber y la de un señor de 98 años con varios certificados. Otro caso raro es el de un niño de 10 años que hizo el curso de fontanería. Esto evidencia que usaban nombres y números de cédula de cualquier ciudadano para convertirlos en alumnos fantasma del SNPP.
