Jóvenes niegan acoso de parte de religiosos, ante Fiscalía de Villarrica

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Los dos jóvenes de Paso Yobái que negaron el año pasado haber sido acosados por los sacerdotes de los Oblatos de María, Gustavo Ovelar y Francisco Javier Bareiro, se ratificaron ayer ante la fiscalía de Villarrica. Las otras presuntas víctimas que aseguraron haber sido hostigadas y manoseadas fueron convocadas para declarar en el transcurso de esta semana.

VILLARRICA (Pablo Gastón Ortiz, corresponsal). Los jóvenes M.A.M.G. de 20 años y J.G.G. de 19, acudieron este lunes a declarar ante el fiscal del caso, Carlos Alvarenga, acompañados de un abogado y sus padres. En la oportunidad, se ratificaron en las declaraciones que brindaron ya el año pasado ante la agente fiscal inicial de la investigación, Perla Cáceres.

El primero es ahijado del excatequista José Benítez, quien presentó la denuncia sobre los supuestos abusos ante la congregación Oblatos de María Inmaculada (OMI) y que posteriormente fue derivada al Ministerio Público. El joven aseguró que fueron incluidos en el grupo de víctimas por su padrino debido a diferencias que este mantenía con el entonces cura párroco, Gustavo Ovelar.

Coincidieron en decir que Ovelar ni el entonces vicario pastoral de Paso Yobái, Francisco Javier Bareiro, fueron irrespetuosos con ellos. Afirmaron que creen que las otras víctimas que denuncian acosos y hasta manoseos de parte de los clérigos estarían mintiendo por presión de José Benítez.

Por su parte, el excatequista Benítez refirió que ninguno se animó a contar la verdad por temor a perder sus puestos laborales y de sus familiares, ya que dependían de la Iglesia. Su ahijado trabajaba como chofer de Ovelar y vivía en la casa parroquial, en tanto que el otro joven era jardinero de la parroquia, se quedaba a dormir en la casa parroquial y además acompañaba al párroco en sus actividades pastorales, según reconocieron los dos.

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Los jóvenes negaron haber recibido cualquier tipo de presión para favorecer a los sacerdotes. Sin embargo, este tipo de denuncias siempre tienen algún tipo de intimidación de las propias autoridades de la Iglesia y algunos seguidores, según los antecedentes.

Nuevas declaraciones

El caso ingresó como abuso e inicialmente estuvo a cargo de la fiscalía de Villarrica encargada de atender la mayoría de los hechos punibles relacionados a la autonomía sexual, Perla Cáceres. Pero terminó derivando el expediente a su par Carlos Alvarenga para una investigación por acoso, asegurando que no se configuraba el delito denunciado porque todas las víctimas eran mayores de 14 años.

Ahora la investigación se centra en cuatro jóvenes que sí afirmaron que los sacerdotes les propusieron mantener relaciones sexuales y en algunos casos hasta les tocaron sus partes íntimas. Las víctimas tenían entre 16 y 21 años y los hechos habrían ocurrido entre el 2011 y el 2013, luego de actividades pastorales y durante retiros espirituales.

Todos brindaron testificales, pero nuevamente son convocados para declarar ante el nuevo fiscal del caso. Está previsto que acudan entre hoy y el viernes, en tanto que también los sacerdotes fueron convocados nuevamente.

Por otro lado, en noviembre del año pasado se presentó ante la fiscalía de Villarrica un exseminarista que aseguró que en el 2006 también fue víctima de abuso y acoso por parte de Bareiro.