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De acuerdo a declaraciones de ediles, un asesor debe elaborar dictámenes, que luego son presentados por las comisiones ante el pleno, informar sobre estadísticas y elaborar anteproyectos de ordenanzas, entre otros.
La corporación legislativa municipal no cuenta con ningún documento que avale el trabajo hecho por los asesores.
Entonces, ¿cómo se controla la producción laboral de cada uno? No hay forma de cuantificarlo, pues no existe un registro, informe o planilla donde conste qué trabajo hizo cada asesor. “Cada comisión a la que presta sus servicios sabe si ese asesor elaboró un trabajo y cuántos presentó durante el mes”, respondió Sara Giménez, directora de Recursos Humanos de la Junta Municipal. Debido a la falta de registros oficiales, se puede concluir que el cargo de asesor también puede ser ocupado por planilleros.
En la lista de 56 asesores (cuyos contratos fenecieron el 31 de diciembre pasado), publicada por la Junta Municipal en su sitio web, también se puede comprobar que existen al menos tres asesores que son familiares de exconcejales capitalinos. Es el caso de José Emilio Argaña, hermano del exconcejal Félix Argaña (ANR), Diana Pérez de Faccioli, esposa del exconcejal Pablo Faccioli (PLRA) y Gloria R. Mazo de Bernal, quien falleció días atrás y que fuera madrastra de la exconcejala Graciela Bernal (ANR).