“Kurusu Jegua” mantiene intacta la devoción popular

Ayer se conmemoró el Día de la Cruz o Kurusu Ára, que es una antigua tradición católica que se celebra a nivel mundial. En Paraguay, el festejo da vida a una costumbre arraigada: el Kurusu Jegua (Cruz adornada). A pesar de la intensa lluvia caída en la víspera, la familia Antar, del barrio Bernardino Caballero, mantiene esta práctica intacta desde hace 80 años.

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La familia Antar montó un altar natural o calvario de laurel, decorado con 3.200 chipás y 1.500 rosarios confeccionados con maní y caramelos.

Bernarda Antar, muy emocionada, comentó que sus abuelos ya realizaban estas celebraciones y que con sus hijos y nietos se esfuerzan cada año por mantener vivo este rasgo de la religiosidad popular paraguaya. “Mis abuelos, luego mis padres y ahora nosotros tratamos de unir a la familia y a nuestra comunidad mediante esta práctica y eso nos pone muy felices”, indicó.

En cada edición esta familia recibe en su domicilio la visita de personas de distintos puntos del país, que se enteran de la actividad por los medios de prensa. Ayer se congregaron alrededor de 500 personas ante el altar para rezar a Jesucristo.

Desde el Jueves Santo, la familia empieza con la preparación de los rosarios de maní con caramelo, luego el 1 de mayo se prepara el armazón del altar. El 2 se hace la gigantesca preparación del chipá y también se corta la hoja de coco, que luego se utilizará para atar el chipá. El 3 de mayo, Día de la Cruz, la familia Antar se encarga de colocar los chipás en el calvario que está revestido de laurel, nos detalló Jorge Antar.

El acto religioso estuvo a cargo de un sacerdote ante cientos de fieles, quienes llegaron hasta el lugar a pesar de la intensa lluvia que cayó ayer en horas de la tarde.

Finalmente, al culminar la oración, se arrancaron y saborearon los chipás acompañados de un rico cocido. 

Los estacioneros acompañaron la adoración de la Cruz con sus cánticos lastimeros, conocidos con el nombre de purahéi asy.

Tiene su origen en Roma 

La conmemoración del Kurusu Ára tiene su origen en una antigua leyenda cristiana que data de la época de Constantino, emperador de Roma. La leyenda cuenta que en la costa del río Danubio, el ejército romano se aprestaba a una guerra con los bárbaros. Los romanos tenían un ejército muy reducido y sin posibilidades de vencer al enemigo. 

En la noche previa a la batalla, Constantino duerme y en sueños ve una cruz brillante con una leyenda que decía: “Con este signo vencerás”. 

Al amanecer, el emperador mandó construir la cruz que precedió al ejército romano en la batalla. Contra los pronósticos, los romanos lograron imponerse.

A raíz de este episodio, Constantino se convirtió al cristianismo y levantó varias iglesias. Posteriormente, envió a su madre, Santa Elena, a Jerusalén a buscar la cruz de Jesucristo.

Santa Elena logró hallar las tres cruces y para saber en cuál de ellas se crucificó a Jesucristo decidió hacer una prueba. En efecto, ubicó a un joven muerto sobre las dos primeras cruces y no pasó nada.

Cuando ubicaron al fallecido en la tercera cruz, el joven resucitó. Ese milagro había ocurrido un 3 de mayo, de ahí la celebración del Día de la Cruz.

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