“La Iglesia tiene estructuras caducas”

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CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El presbítero Waldemar Sánchez, administrador diocesano de Villarrica, realizó duras autocríticas a la Iglesia durante la homilía del quinto día del novenario de la Virgen de Caacupé, al manifestar que se tienen unas estructuras caducas que necesitan ser cambiadas. También se refirió a la miseria que afecta a muchos paraguayos por la ausencia del Estado y la corrupción generalizada.

“Una Iglesia que se mira a sí misma, que se preocupa más por su confort que salir al encuentro de las ovejas perdidas”, sentenció el sacerdote en Caacupé, añadiendo que las estructuras caducas de las mismas necesitan ser cambiadas. Sostuvo que se tienen además muchas heridas sociales, como por ejemplo la inseguridad de todo tipo, la violencia, la miseria, la pobreza, los secuestros, la falta de trabajo digno y oportunidades para todos, frutos de una ausencia de Estado y el desinterés de las autoridades de turno.

Mencionó igualmente que hay una corrupción generalizada y heridas que necesitan ser sanadas.

En otro momento el padre Waldemar dijo que los crucificados de nuestro país son los pobres campesinos abandonados, quienes viven en la opresión y en la humillación; sobre todo en regiones donde la vida y la dignidad del ser humano corren peligro y están bajo amenaza.

En otro momento el presbítero se refirió a las heridas del pasado que ya no queremos vivir en el presente y mucho menos en el futuro, como ser un estado dictatorial que tanto nos hizo sufrir y que seguimos pagando las consecuencias.

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Atropello de leyes

Durante la conferencia de prensa realizada en el Obispado, el presbítero Waldemar ahondó sobre el caso de la gobernación de Villarrica, al decir que con lo ocurrido en el departamento se ha podido palpar que el fantasma de la dictadura está latente. “Se atropellan las leyes, así como sucedió en el Congreso hace unos meses con el deseo de manipular la Constitución Nacional, eso es una dictadura. Nadie quiere volver a eso y fue demostrado por el pueblo que se manifestó al respecto. Y se pudo superar esa posibilidad de volver a una dictadura gracias a Dios”.

Agregó que preocupa la situación de personas que viven en la miseria, hay mucha gente que no tiene nada que comer, que no acceden a un trabajo digno. En cuanto a salud, en los hospitales no hay medicamentos, donde no se respeta su dignidad de personas, sino más bien como animales, postrados en los pasillos, consumidas en el dolor y la miseria.