Este año resaltaron nuevamente la creatividad en las representaciones de la pasión que ofrecieron los jóvenes y conocidos artistas. En la parroquia Domingo Savio (Fdo. de la Mora) la escenificación de los sufrimientos de Cristo fue casi perfecta, así como la que estuvo a cargo de los artistas del barrio San Jerónimo (Asunción). Hasta la multitud participó en las escenificaciones.
En otras localidades como Ñemby y Villa Elisa fue emocionante ver a los niños entre los estacioneros, lo que demuestra que estos grupos se renuevan. Tañarandy, en cambio, ya es todo un atractivo turístico.
Comenzó en los inicios de los años 1990, y gracias a la creatividad de Koki Ruiz, hoy atrae a miles de personas. Este año, el mural que recuerda la Última Cena, confeccionado con frutos de la tierra, así como el vía crucis por el “yvága rape”, fueron las grandes atracciones. En Luque y en la compañía Zanja Hû de Atyrá los jóvenes también se lucieron con el vía crucis que atrajo a miles de creyentes y amantes del arte. La Semana Santa concluyó con celebraciones, y la creatividad de los jóvenes y de los artistas la mantiene vigente cada año y renueva la religiosidad popular.
