Luego de ocho días de la medida de fuerza iniciada por integrantes del Sindicato de Médicos Anestesiólogos (Simanipsa) más de 400 cirugías ya fueron suspendidas en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS) y aún no se reanudarán las operaciones.
Los representantes de los más de 100 anestesiólogos del país acordaron en la víspera, con los directivos de la previsional, que solo reanudarán sus actividades normales cuando se cumpla con lo prometido. Así lo informó el Dr. Roberto Sciacca, vocero del Simanipsa.
Las partes acordaron la provisión de medicamentos e insumos, en un plazo máximo de 15 días. Asimismo, la adecuación de la sala de posanestésica, en 20 días; el mantenimiento de máquinas anestésicas y vaporizadores en 45 días y la adquisición de equipos biométricos relacionados a la anestesiología (inexistentes en la actualidad) en 60 días.
Igualmente, un representante de la Superintendencia de Salud procederá a la verificación de los quirófanos, áreas de recuperación y ascensores del Hospital Central. Es con el objetivo de dictaminar si las medidas de seguridad para el paciente están garantizadas en el hospital.
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Son varias las quejas de los asegurados y estas continuarán hasta el cumplimiento de lo pactado. Seguirán lamentando como ocurre a diario desde la semana pasada, porque van y vienen para ingresar al quirófano y luego de algunas horas de estar en la sala de espera se les dice que no se les podrá hacer la cirugía a raíz de la huelga.
“Mi hijo Juan Carlos Servín debía operarse hace dos días, y se le suspendió. Tiene microlitiasis vesicular y se le está complicando”, lamentó una de las afectadas, Matilde González, oriunda de Paraguarí, desde la habitación 302 del hospital.
Durante la reunión, el titular del ente, Benigno López amenazó a los profesionales con cerrar los quirófanos y tercerizar el servicio, mientras se realicen las mejoras exigidas, que llevan su tiempo.
El jefe de Gabinete de Presidencia, Iván Sosa, dijo que la medida se radicalizó porque no hay acuerdos sobre la adecuación salarial y la carga horaria debido a que el Fondo de Salud tiene un déficit de G. 600.000 millones.