/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/W7KSQABTY5DGHIRW2SOZCVDFUI.jpg)
Cargando...
ABC Color realizó un recorrido por la zona de Viñas Cue, hasta el final de la calle Epopeya Nacional, que rodea la estación de la ANDE y termina en el río Paraguay. A simple vista, pudimos percibir indicios del retroceso de las aguas por los rastros que se observan en las viviendas, un descenso que aún no es pronunciado, pero que sí genera esperanza.
A la orilla del río, dos niños aguardaban clientes para transportarlos a bordo de las precarias canoas. Cobran entre G. 3.000 y G. 5.000 estos prematuros marineros, que tienen la doble función de conducir la embarcación y desaguarla, manualmente.
A cuadras de la orilla del río, cientos de padres de familia esperaban una respuesta del Gobierno o una donación caritativa, sentados frente a sus precarias casitas de madera. Pudimos constatar que una gran mayoría vive en la zona respetando las reglas básicas de convivencia vecinal mientras que otros, con un ruido ensordecedor, poluyen el ambiente del vecindario.
Nivel más bajo
El nivel del río va en constante descenso. Esa fue la mejor noticia que recibieron los damnificados repartidos en los 112 refugios de la capital, luego de que el 1 de enero las aguas del río Paraguay alcanzaran los 7,88 metros, el mayor número de la actual crecida.
Sin embargo, ayer el nivel del río en Asunción descendió cinco centímetros, devolviendo un haz de esperanza a las familias luego del inestable comportamiento de las aguas, sobre todo en la última semana, a raíz de las constantes lluvias.
Para el final de la jornada de hoy se pronostican precipitaciones dispersas y ocasionales tormentas eléctricas que, en caso de producirse, podrían nuevamente elevar los niveles del río. En las próximas jornadas, al menos hasta el domingo, estarían predominando nuevamente las altas temperaturas.
El descenso, según pronósticos de Meteorología, será sostenido hasta el mes de marzo, mes en el que se produce el ascenso normal de las aguas.
La suba “normal” del río, que va de marzo a julio aproximadamente, se sumará al nivel que puedan alcanzar las aguas hasta entonces tras la presente crecida, inusual en esta época del año.
Datos oficiales revelan que, hasta el momento, siete damnificados perdieron la vida en Asunción, de las cuales seis perecieron por descargas eléctricas a raíz de conexiones clandestinas.