“Nos ubicaron en algunos sitios en forma temporal y pedimos a los canales (de televisión) que les inviten a las personas a que vengan a ayudarnos a los que perdimos mucho en el incendio. Que vengan a comprar de nosotros, así nos ayudan”, dijo María Ferreira, que ofrece lechuga y choclo.
Otra vendedora, que pidió la reserva de su identidad, dijo que antes del incendio el Mercado de Abasto era muy poco atractivo para los compradores minoristas porque es muy sucio y desordenado. Ahora es peor, señaló al destacar que si se quiere atraer más clientes se debe tener un mercado limpio y con agentes de tránsito permanentes ayudando a la circulación. “Hasta ahora recibimos muy pocos clientes, porque el Abasto tiene fama de ser un caos, que no hay (lugar) para estacionar, además de ser maloliente y sucio. Lastimosamente casi todo es verdad, pero además de pedir un mejor trabajo de las autoridades, los propios permisionarios debemos dejar de ser puercos”, dijo la comerciante que ofrece artículos de almacén en su puesto provisorio. El Abasto está intervenido desde la semana pasada y los trabajos de limpieza y las tareas de reubicación en el lugar del siniestro seguían hasta ayer.
