Los obispos reclamaron políticas públicas para 270.000 jóvenes “ninis”

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Los obispos del Paraguay cuestionaron ayer la falta de políticas públicas para aprovechar el bono demográfico juvenil. Esta situación –indicaron– puede profundizar la inequidad estructural y mantener al país en el subdesarrollo y la violencia. Según indicaron, existen 270.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan (ninis) y piden a la ciudadanía y a las autoridades escuchar sus reclamos.

Los obispos culminaron ayer en la casa de retiro Emaús, Luque, su 213º asamblea con un comunicado en el reclaman políticas públicas para enfrentar la difícil situación que atraviesan miles de jóvenes en Paraguay. El documento fue leído por el obispo responsable de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Mons. Ricardo Valenzuela, quien estuvo acompañado del obispo de San Pedro, Mons. Pedro Jubinville.

“Reconocemos que los jóvenes a menudo son víctimas de egoísmos, tecnocracia dominante, el empobrecimiento de la existencia y de las relaciones interpersonales, la ideología práctica del consumismo, la atracción por las apariencias y la banalidad de las corrientes masificantes del mercado, la creciente fractura social sostenida por la indiferencia y el individualismo ‘exitista’, la ideología de género, el desprecio o la manipulación de la vida en cualquiera de sus etapas, el desarraigo de la identidad y de los vínculos de identidad, sean las fuerzas que configuren el presente y el futuro de muchas generaciones”, señala el documento, al hacer referencia a la realidad juvenil en Paraguay.

Los obispos manifestaron su preocupación por los 270.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan (conocidos como “ninis”) que, en vez de ser factor de desarrollo, se constituirán en problemas para sí mismos, para sus familias y para la sociedad en los años venideros. En ese sentido, los pastores manifiestan que esta precariedad y falta de oportunidad laboral afecta principalmente a los jóvenes y mujeres. Abogan por la generación de fuente de trabajo para insertar a los jóvenes en empleos dignos.

“No visualizamos políticas públicas explicitas y coherente con un proyecto de desarrollo para que el país pueda aprovechar el ‘bono demográfico’, lo cual puede convertirse en un factor más para profundizar la inequidad estructural y mantener al país en el subdesarrollo, la inseguridad y la violencia”, afirman en otro momento.

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Pobreza y desarraigo

Los pastores advierten que los índices de pobreza y pobreza extrema son más amenazantes para los jóvenes en el campo por lo que muchos no desean continuar en sus tierras del interior por la falta de oportunidad, lo que genera un desarraigo permanente y que trae consigo una serie de problemas sociales que dañan al país.

Los obispos asumen el compromiso de pastorear el rebaño joven del Señor e instan a los diversos grupos eclesiales (diócesis, parroquias, comunidades, movimientos, pastorales, colegios, universidades) a acudir a este llamado y compromiso. Piden a la ciudadanía y a las autoridades no ignorar el llamado de los jóvenes que buscan “modelos y personas” para orientarse en sus tomas de decisiones por eso en este trienio de la juventud instan abrazar a Cristo.

Mons. Valenzuela invitó a los jóvenes a participar de la jornada y peregrinación a Caacupé que se realizará el próximo sábado 3 de diciembre y al mismo tiempo anunció que el Trienio de la juventud que comienza en el 2017 e irá hasta el 2020 será un tiempo de gracia, de encuentro fraterno y de solidaridad de unos con otros.