Los taxistas prácticamente pagan nada por explotación del servicio

Para abrir un negocio cualquiera, en el ramo que sea, es bien sabido que se debe tener una patente comercial y una municipal además de pagar una serie de cánones y tasas dependiendo el rubro. Pero en el caso del servicio de taxis, la cosa cambia radicalmente.

Los trabajadores del volante tienen llamativos privilegios a la hora de abonar tasas y patentes a la Municipalidad de Asunción.

Una pesquisa con relación a los cánones que pagan los taxistas, revela que la explotación de este servicio es prácticamente gratuita. 

La Municipalidad no percibe ingreso alguno por las paradas, por los espacios físicos para estacionamientos y hasta por la habilitación de los vehículos.

Según la Ordenanza Municipal N° 26/1992, las paradas de taxis deben ser licitadas, pero eso es letra muerta ya que no se cumple.

Asimismo, cada parada tiene una cantidad determinada de vehículos que tienen espacios reservados de estacionamiento por los cuales tampoco se cobra un guaraní.

A modo de ejemplo, hay 79 paradas, solo en Asunción, con un total –según la Asociación de Profesionales Taxistas de Asunción (APTA)– de 1.200 unidades. Cada espacio reservado cuesta G. 1.750.000 por lo que la Comuna deja de percibir alrededor de G. 200 millones solo en este concepto.

Asimismo, de acuerdo con la Dirección de Recaudación de la Comuna capitalina, la única diferencia entre lo que paga un ciudadano común y un taxista en materia de tasa es por el “servicio de desinfección” que cuesta G. 284.000 al año y puede pagarse a razón de G. 142.000 por semestre.

Y lo más insólito es que los taxistas tienen una tarifa preferencial en el “Ivesur” para realizar la inspección técnica vehicular (ITV) por la cual pagan un jornal más el IVA. Es decir, la inspección de sus vehículos les cuesta G. 86.355, exactamente lo mismo que lo que paga una moto.

Sin embargo, entrar al negocio del taxi puede ser de lo más costoso ya que se comercializan las paradas a precios exorbitantes. Según versiones, la mayoría de las paradas están en manos de políticos o “amigos” y sirven de transporte durante las elecciones.

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