El religioso rebelde fue suspendido, pero al proclamarse presidente de la República la Santa Sede no tuvo otra alternativa que reducirlo al estado laical. Se revelaron luego más hechos inmorales que había cometido cuando era aún obispo emérito.
La Iglesia en el Paraguay también conoció de la intervención del Vaticano, cuando hace un poco más de dos años, la Santa Sede comisionó una visita apostólica a una de sus diócesis, a la de Ciudad del Este. Esta revisión llevó a la destitución del entonces obispo Rogelio Livieres Plano, por manejo desprolijo de la diócesis y por falta de comunión con sus hermanos en el episcopado.