En la avenida San Martín en casi Austria se encuentra un claro ejemplo de asfalto que pareciera haber sido bombardeado, puesto que hay una gran acumulación de hoyos, que con el agua de tormentas engañan a los automovilistas, convirtiéndose en una trampa mortal.
Otras calles que se encuentran en malas condiciones son Cerro Corá y Antequera, llena de pozos; y Oliva y Hernandarias, en igual estado. Inclusive en Herrera y Paraguarí hay un enorme pozo que apeligra hasta a camiones de gran porte por su tamaño.
En la zona de la Terminal de Ómnibus de Asunción (TOA) hay registros que no fueron taponados, por lo que existen un montón de hoyos muy peligrosos. Además, a falta de desagües cloacales las personas tiran sus aguas negras a la calle, las que en su recorrido, además de olor y contaminación, colaboran al más rápido deterioro de los pavimentos, como ocurre en avenida Fernando de la Mora e Yvapovõ.
También los baches son formados por el mal trabajo en la colocación de registros, como sucede en Parapiti y Santa María. En diciembre del 2015, el titular de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap SA), Omar Ludovico Sarubbi, afirmó que “iba a poner todo su empeño” para trabajar con Mario Ferreiro para que las calles “no sigan como están”, lo que hasta ahora no dio resultados.
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Tampoco la Comuna se ha mostrado eficiente en articular trabajos con la Essap, puesto que la mayoría de los agujeros que son provocados por pérdida de agua en caños, y por la “explosión” de las alcantarillas en días de lluvia, a causa de su calamitoso estado y la cumulación de basura arrojada en los raudales por inconscientes vecinos.
Asimismo, la Comuna capitalina fracasó hasta ahora en el control, sanción y multa a las personas o empresas que arrojan sus aguas negras a la vía pública.
La Junta Municipal de Asunción declaró en el 2007 a la Essap “enemiga número uno de las calles de Asunción”, ya que siempre hacía trabajos en los que rompía el asfalto, y luego nunca arreglaba los hoyos. Un ejemplo cercano sucedió en la avenida Rodríguez de Francia, en donde a solo días de haber sido repavimentada, la Essap hizo trabajos y la dejó con agujeros.
