Pese a las críticas ciudadanas y de urbanistas, el intendente Mario Ferreiro se empeñó en llevar a cabo el proyecto por valor de G. 2.384 millones para construir casillas en el paseo central, concesionando un espacio público a vendedores de comida chatarra.
Sosa criticó que la municipalidad procedió arbitrariamente no solo a levantar las casillas que serán destinadas a actividades gastronómicas, sino que también colocará un baño móvil que “por el olor desagradable que despide será un agravio a la salud de la gente”.
Asimismo, lamentó que un grave daño será ocasionado, ya que las casillas ocupan parte de las calles.
“En consecuencia, rogamos a los urbanistas altamente calificados que recurran a la justicia sin pérdida de tiempo, planteando una medida cautelar de urgencia para frenar este despropósito o un recurso de amparo”, finalizó.
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Por su parte, el arquitecto Luis Alberto Boh concordó en que no hay conciencia de lo público y aseveró que la Comuna debería ser el principal cuidador de los espacios públicos. “Me parece nefasto este tema. No es la primera administración que está en esta inercia de degradar el espacio público”, dijo.
Añadió que si bien el intendente comentó que hubo un trabajo en conjunto con los afectados, en referencia a los vendedores, en realidad los afectados “somos toda la ciudadanía. Nosotros somos los propietarios de los espacios públicos”.
La Comuna viola con la obra la Ley Orgánica Municipal y otras ordenanzas como las 35/96 y 16/92.
