Durante el encuentro se recordó lo expresado por el Papa Francisco en conmemoración a la mencionada jornada mundial. “Estamos llamados, por lo tanto, a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es también una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades, y a reconocer el valor que tiene la pobreza en sí misma”, indicó el pontífice.
Luego de la celebración se realizó un almuerzo ofrecido a los más necesitados. Esta actividad estuvo a cargo de la Pastoral Social Arquidiocesana. El menú fue tallarín de carne, preparado por los voluntarios, que también colaboraron con una torta de cumpleaños para Valenzuela, a quien cantaron “que los cumplas feliz”.
El obispo recibió las felicitaciones de cientos de fieles, luego de finalizar la misa, antes del mediodía.
