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Ayer, en horas de la madrugada se confirmó el deceso del conocido religioso de 80 años de edad. El mismo sufrió –hace 10 días– un accidente cerebrovascular (ACV). El sacerdote fue uno de los principales luchadores de las Ligas Agrarias de Jejuí, un asentamiento de 230 hectáreas ubicado en el departamento de San Pedro. Será sepultado hoy en la ciudad de José Domingo Ocampos, departamento de Caaguazú.
El religioso es reconocido por su gran labor acompañando la lucha de los campesinos por la tierra propia. Los que lo conocen y sienten su partida, recuerdan los crímenes que la dictadura de Alfredo Stroessner cometió contra los campesinos simplemente por buscar una forma diferente de labrar la tierra, que consistía en el trabajo cooperativo.
En el año 1975, unas 35 familias fueron desalojadas de sus tierras por personeros del tirano. El padre Maciel incluso recibió un disparo en la pierna derecha y desde entonces vivió con la bala incrustada.
Según la crónica descrita en la página 8 de Sendero, semanario de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), correspondiente del 7 al 21 de marzo de 1975, un mes después de aquel luctuoso asalto a las Ligas Agrarias ocurrido el 8 de febrero señalaba que: “eran aproximadamente las 4 de la madrugada, antes de amanecer, sorprendió a la población en pleno sueño. El atraco estuvo a cargo de 70 soldados armados. Hubo gritos y llantos. Un sacerdote herido. Algunos golpeados. Varios detenidos”. El padre Braulio, de la diócesis de Concepción, fue ordenado por Monseñor Aníbal Maricevich.
En la víspera, los senadores también rindieron homenaje al sacerdote con un minuto de silencio ante el pleno. Los legisladores opositores rememoraron su trayectoria así como su trabajo en la formación de comunidades campesinas carenciadas.