Eduardo Domínguez, uno de los referentes, explicó que la mayoría de los indígenas que viven en las márgenes de amortiguamiento de esta ruta internacional son pobres. Comentó que varios bebés ya nacieron bajo carpas y hoy necesitan una propiedad para vivir, tener escuelas y recibir asistencia médica.
Actualmente, los niños asisten a la escuela bajo carpa, donde enseñan dos maestros con rubros del MEC. Según el nativo, en unas 500 hectáreas ya se podrá asentar el grupo y sugirió que el inmueble sea adquirido en Caaguazú, pues nadie quiere desarraigarse de la zona. La mayor parte de las familias se encuentra en el Parque Guayakí, en el citado departamento. Los nativos, algunos mbya y otros ava guaraní, están frente al Congreso hace 3 semanas a la espera de que se presente un plan para acceder a la tierra propia.
