“Acá hay una violación a los derechos de los vecinos del Barrio Obrero y de toda Asunción”, indicó ayer la diputada independiente Olga Ferreira de López, después de recibir a los ciudadanos que integran el grupo “Amigos de la Avenida Quinta”.
“Nadie puede marcar el ritmo de vida de las familias, ni vos intendente Mario Ferreiro”, indicó la legisladora, quien por otra parte afirmó que el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) debió emitir primeramente un informe, ya que se está hablando de puestos comerciales.
La pobladora Marta Martinessi afirmó que los vecinos insisten en derrumbar las casillas. Sobre el rediseño de la obra, presentado por la Intendencia capitalina, expresó que “con el nuevo replanteo se piensa ampliar el paseo (parte central de la arteria) y eso va a formar un tubo de botella”.
La citada vocera de los residentes agregó que con la eliminación de espacios de estacionamiento, varios locales comerciales morirán.
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“Nunca hubo una reunión donde los vecinos fueran escuchados (...) Vamos a conseguir más de 5.000 firmas y las llevaremos a la Municipalidad asuncena”, finalizó Martinessi.
En el espacio central arbolado de la avenida Francisco Acuña de Figueroa, más conocida como Avenida Quinta, se construyen 16 casillas para lomiteros a un costo de G. 2.384 millones.
Después de recibir numerosas críticas ciudadanas se realizó un rediseño del proyecto la semana pasada, lo que puede implicar un sobrecosto, que según el intendente Ferreiro, podría ser de hasta el 20 por ciento del monto total del presupuesto inicial de la obra. Anunció además que tratarán de compensar parte del trabajo con obreros municipales.
La arquitecta Gloria Benegas, por su parte, inició a fines del mes pasado una campaña para juntar firmas en la red social Facebook con el propósito de exigir a la Municipalidad de Asunción la demolición de las casillas, y calificó a las obras de “adefesio, criminal” porque se hicieron sin ningún estudio arquitectónico.